30/10/09

¡Bienvenid@s!

En este sitio enseñaré como hacer y comercializar velas.

¡Podrás aprender a hacer un negocio de un pasatiempo muy bonito!

A leer y.. manos a la obra!

Materiales que necesitaras: Cera

Algunos datos sobre las ceras:

Todas las ceras tienen un brillo opaco y una textura jabonosa gra-sienta.
La cera se ablanda en contacto con el calor y pasa de un estado ma­leable a un estado completamente líquido.
El aceite de esperma de ballena es una cera animal. También exis­te la lanolina, que es la grasa de lana (es el componente principal que se desprende naturalmente de la lana de oveja). Las abejas también fabrican su cera. Esta se llama cera de abejas y proviene directamente de las secreciones de estos insectos.
Las ceras más usadas en la fabricación de velas artesanales, son las ceras vegetales. Éstas provienen de la cubierta que fabrican las hojas para defenderse de la deshidratación o el exceso de agua.
Sin este material, es imposible lograr cualquier resultado en la fa­bricación de velas.
Actualmente se consiguen en el mercado de los artesanos tres tipos diferentes de cera. Las mismas pueden usarse solas o combinadas.
• Parafína: Esta es la cera más utilizada para la confección de ve­las. Se obtiene del petróleo y su color es blanco semitransparente. Se vende en bloques o en polvo. Ésta última presentación es la más fá­cil de usar.
La calidad de la parafina es muy variable y, por lo general, se reco­mienda usar la más refinada.
La forma correcta de derretir la parafina es en un recipiente a baño María. Para realizar este paso debemos cortar el bloque (si no es pa­rafina en polvo) para obtener trozos que quepan en la lata a utilizar. Por tratarse de un material bastante resistente, le aconsejo martillar los bloques varias veces hasta que comiencen a quebrarse, o bien ra­llarlos para reducirlos a trocitos pequeños.
Esta cera se funde a una temperatura que oscila entre los 40 y los 6o°C. Trate de respetar el tiempo y la temperatura indicadas, pues de esto depende que sus velas tengan el brillo deseado.
• Cera de abejas: Esta cera se caracteriza por su perfume y por su color amarillo profundo. Es muy cara, pero posee la ventaja de retar­dar el tiempo de consumo de la vela. Puede ser una buena ¡dea, el añadir un poco a la parafina.
La cera de abejas puede conseguirse en los comercios de artículos para la confección de velas en tres formas diferentes: granulada, en bloques sólidos o en láminas. Éstas últimas suelen utilizarse para rea­lizar las velas enrolladas.
Las planchas que imitan los panales de abejas, suelen conseguirse en varios colores. Generalmente miden 30 x 20 cm.
• Estearina: Esta cera proviene de la grasa animal y es uti lizada fun­damentalmente, como complemento de la parafina. La estearina sirve para reducir en forma bastante considerable el volumen de la parafi­na, facilitando de este modo el trabajo de desmoldado. También sirve para eliminar el goteo que afea mucho las velas artesanales.
Se vende también en panes o en polvo. Esta cera tiene un punto de fundición más elevado que el de la pa­rafina. Se derrite a 70°C
• También podemos hablar de la "Recuperación de cera": Es
posible fundir las velas viejas para volver a utilizarlas; pero, si lo ha­ce, es conveniente no mezclar las de diversos colores, ya que obten­dría un tono sucio.
• Cera en gel: Es un producto totalmente transparente que se de­rrite a baja temperatura. Se puede usar sólo o teñido. Permite la in­corporación de elementos que se harán visibles a través del gel. Las velas de gel no se desmoldan.
Cómo mezclar estearina y parafina. La parafina y la estearina son dos materiales que se mezclan mientras se van fundiendo. Para que las velas resulten exitosas se debe tener en cuenta la siguiente pro­porción: para llenar un molde que tenga la capacidad deioo g de agua, se deben utilizar 90 g de parafina y 10 g de estearina. La canti­dad de material necesario dependerá evidentemente de la forma y medida que quieran dar a la vela. Es conveniente llenar el molde que utilizarán para la vela con agua, y luego medirla y sacar las propor­ciones. Hay que prever siempre algo más de lo necesario, para cual­quier retoque.
Las dos ceras deben calentarse a baño María hasta que se fundan. El recipiente donde se haga esta preparación (preferentemente una lata) debe estar perfectamente limpio y seco, para no arruinar el re­sultado. Cualquier palito de madera o metal, servirá para revolver la cera hasta que esté lista. Es necesario tener cuidado para que el agua del baño María no entre dentro de la lata.

Materiales

Cera de parafina - Desmoldante - Varilla de bronce - Pabilos Guía con orificios - Palitos de brochette - Molde rectangular alto Tintura naranja, roja y amarilla

29/10/09

Elaboración

Fundir la parafina, teñirla de color salmón (tintura amarilla con una pizca de naranja) y dejarla enfriar hasta que se forme un velo en los bor­des del recipiente (6o o 65º). Aplicar desmoldante al molde rectangular, colocar la varilla de bronce con la guía con orificios, y verter la cera hasta formar una capa de 3 o 4 cm.
Cuando la parafina del molde comience a solidificar, agregar otra capa de 4 cm y dejar enfriar hasta que aparezca un velo sobre la superficie.
Repetir el procedimiento anterior. Dejar solidificar hasta que la cera esté fría pero aún blanda. Colorear el resto de la parafina con un poco de tintura roja e incorporarla al molde. Introducir el palito de brochette, rompiendo la cera y haciéndolo llegar hasta el fondo del molde. Este procedimiento permite que el color oscuro penetre por las quebraduras. Con el mismo palito, mezclar un poco en la zona donde se unen los dos colores. Dejar enfriar y desmoldar. Para terminar, colocar el pabilo y ajustado en la base.

Elaboración

Humedecer con desmoldante la varilla de bronce y el molde por den­tro. Fundir la cera, colorearla con óleo blanco y volcarla en el molde. Colocar la varilla y la guía con orificios. Dejar enfriar y desmoldar.
Diluir con aguarrás los óleos azul, amarillo, rojo y verde (deben quedar a punto tinta). Buscar un recipiente de boca angosta y verter suficiente cantidad de agua como para cubrir toda la vela. Volcar gotones del óleo rojo. Incorporar el resto de los óleos preparados (de a gotones), interca­lando los colores.
Doblar la varilla de bronce formando un gancho en uno de los extremos, e introducirla (por el extremo recto) en la vela. Tomar la vela por la varilla, inclinarla y sumergirla completamente en el recipiente. Retirarla, escurrir el excedente de pintura, apoyarla sobre un papel y dejarla descansar entre i y 3 días, hasta que el óleo se haya secado por completo. Derretir cera y, cuando alcance los 75o, introducir la vela. Retirarla inmediatamente y dejarla enfriar. Para finalizar, colocar el pabilo y rematarlo en la base.

Elaboración

Forrar una asadera con papel manteca humedecido con desmoldante. Derretir la cera a baño María, colorearla con tintura marrón y volcarla en la asadera (dejar aproximadamente 1 cm libre en la parte superior). Cuando la cera comience a solidificar (aún debe estar blanda), cortar cubitos de 1 cm de lado con un cuchillo y una regla.
Con el mismo procedimiento, preparar algunos cubitos blancos y otros de color gris claro.
Aplicar desmoldante al recipiente cuadrado y apoyar los cubitos de cera sobre la base, alternando los colores y dejando aproximadamente 2 mm entre uno y otr$. Derretir parafina y volcarla con una cuchara sobre los cubitos. Dejar enfriar sin que solidifique.
Preparar una vela madre un poco más chica que la vela principal (tam­bién cuadrada) y ubicarla en la parte central del molde.
Formar una hilera de cubos de ceiü (alternando los colores y dejando 2 mm entre uno y otro) junto a las paredes del recipiente. Repetir el pro­cedimiento.
Cargar la cuchara con un poco de parafina derretida y volcarla sobre los cubos (deben quedar cubiertos). Colocar el resto de los cubitos inter­calando los colores. Incorporar parafina fundida, sin llegar a los bordes. Dejar enfriar y desmoldar.
Pulir la vela con la espátula. Trabajar cuidadosamente hasta que no queden restos de parafina en los cubos, y puedan observarse los cuadra-ditos de color sin dificultad. Para que la superficie quede bien lisa, apo­yar una esponja y realizar movimientos circulares.
Pulir la vela y otorgarle brillo con una servilleta de papel. Por último, colocar el pabilo y rematarlo en la base.

28/10/09

Recipientes

Son necesarios dos tipos de recipientes; unos para poner a derre­tir la cera a baño María, y otros para poner directamente al fuego du­rante el baño de María.
Los primeros, pueden ser latas de cualquier producto alimenticio que hayamos consumido. Hay que tener la precaución de enjuagar­las muy bien antes de incorporar la parafina, ya que cualquier impu­reza puede arruinar el resultado final de las velas.
En el segundo caso, deben ser latas grandes (pueden ser por ejem­plo las de dulce de batata) u ollas viejas ya que, mientras la parafina se derrite en la latita que posee en su interior, alguna gota podría sal­tar y caer en el agua.
• Recuerde que las ceras NUNCA deben derretirse a fuego di­recto ya que son sumamente inflamables. Si por algún motivo la pa­rafina o la estearina se incendiaran, no tire agua sobre éstas ya que las llamas podrían extenderse. El fuego debe extinguirse tapando la lata donde se encuentran las ceras incendiadas. En el caso de no con­tar con una tapa a mano en ese momento, recomendamos taparlo con un trapo bien mojado.

Un poco de información

Ahora bien, después de darle vueltas al asunto y estudiarlo deteni­damente, usted se ha decidido por las velas. Desde hace tiempo, las mismas se han puesto de moda y mucha gente aprendió a hacerlas. Aunque en los últimos años el furor haya amainado, siguen siendo un artículo con aceptable demanda.
¿Por qué no hacer conocer el producto de sus habilidades y, de pa­so, apuntalar un poco los ingresos familiares?

Un poco de historia:
La llama de una vela, aún siendo frágil y vacilante, da un brillo par­ticular a todo lo que la rodea y es capaz de crear un ambiente cálido, íntimo y acogedor.
Apagar las velas de un cumpleaños mediante un soplido cargado de deseos, compartir una fiesta de noche con velas o faroles, disfru­tar de una cena romántica a la luz de las velas, siguen siendo expe­riencias fascinantes. Estas velas que, con su luz viva y cambiante, nos hacen olvidar por unos momentos la claridad fría de la electricidad.
En esencia la vela se basa en un elemento combustible y otro con­ductor. Durante la Edad Antigua las velas de sebo o cera, menos co­nocidas que las lámparas de aceite, parece que se utilizaban como alumbrado de gala y como iluminación complementaria. En la Edad Media, toda la Europa occidental sufrió gran escasez de cera y las ve­las de sebo se convirtieron en el único medio de iluminación dispo­nible. La cera se convirtió en un producto de lujo.
La cera de abeja era por entonces, y desde hacía mucho tiempo, símbolo de pureza. A las velas se les atribuían poderes mágicos, lo que explica ciertas prácticas, producto tanto de la superstición como de la religión. Cada familia confeccionaba sus propias candelas de sebo, y velas de cera cuando podía comprarla (ya que era material reservado a la iglesia y a los ricos).
Ya en el siglo xiv aparecen fabricantes de cera, que iban de casa en casa. Introducían las mechas en un recipiente triangular metálico que contenía el sebo o la cera fundida.
Las velas modeladas (no las bañadas) son un invento francés del si­glo xv. Las fiestas renacentistas vieron multiplicarse los candelabros de numerosos brazos y ricamente adornados.
Su uso se extendió desde Italia al resto de Europa. En 1825,. Chev-reul y Gay-Lussac substituyeron la cera virgen (demasiado costosa) por un producto
químico de síntesis llamado estearina. Gracias al descubrimiento de la parafina, en 1834, fue posible la industrialización de las velas, justo cuando el descubrimiento de la electricidad iba a convertir la vela en un producto mayormente ornamental.

El lugar ideal:
Para comenzar a darle forma a la idea de fabricar velas, debemos pensar primero en un lugar adecuado para llevar a cabo dicha tarea.
El lugar ideal para la fabricación de velas es la cocina o cualquier cobertizo aireado pero tibio, que cuente con una salida de agua y un horno de gas, electricidad, etc. También es imprescindible tener una mesada y una mesa auxiliar. Es conveniente reservar un lugar espe­cial para guardar tos elementos de trabajo, los materiales y los pro­ductos que ya tenga listos.

Cuánto tiempo necesito:
Las velas de parafina líquida o de gel se hacen en instantes. En una mañana puede hacer aproximadamente 40 velas. Para aprovechar el tiempo al elaborar velas de parafina sólida puede prepararlas antes de dormir y dejarlas secar durante la noche.
Como esta actividad puede intercalarse con otras tareas, es ideal para quienes no quieren moverse de su casa ni alterar sus rutinas.

CONFECCIÓN DE VELAS

Teniendo en cuenta que usted, probablemente, sea novato en este te­ma, le sugiero que en un principio proceda tal cual los pasos de la rece­ta. Sin embargo, usted irá aprendiendo y sumando técnicas a medida que vaya realizando las velas.
De esta forma, más adelante podrá improvisar e ir creando nuevas al­ternativas y estilos personales.
Cuando adquiera mayores habilidades, se dará cuenta que podrá rea­lizar varias velas para adornar toda su casa o venderlas en el mercado de las artesanías.
Y ahora... ¡A trabajar!

27/10/09

Acabado

Todas las velas deben acabarse de la siguiente forma. Nivele la base rebajando la vela, lo que se consigue sujetándola por la mecha e intro­duciéndola en una olla vacía colocada sobre fuego. También es posible eliminar las protuberancias con un cuchillo, pero esto no le proporcio­nará un acabado tan prolijo. Los defectos pueden eliminarse frotándola con un paño suave empapado en alcohol o trementina.
Para un acabado realmente perfecto, sáquele brillo con un trapo hú­medo. Finalmente, corte la mecha a 1 o 2 cm.

26/10/09

Moldes

Hay varios tipos de moldes que podemos citar, para que usted ten­ga en cuenta a la hora de elegir.
En primer término, están los moldes comerciales que se pueden adquirir en los negocios. El mercado ofrece infinidad de moldes pa­ra lograr las velas de formas más variadas y divertidas: rectangulares, cuadrados, en forma de cono, de pirámide o de estrella. Los hay fle­xibles o rígidos.
Los moldes flexibles están hechos de caucho o plástico. Son los más utilizados pues, por su flexibilidad, las velas pueden extraerse fácilmente. Siempre presentan realces o grabados que dan a las velas un carácter altamente decorativo. Cuando se utilizan moldes de cau­cho, no deben añadirse a la cera más de un uno por ciento de estea­rina, ya que ésta los atacaría.
Los moldes rígidos pueden obtenerse en diversas formas, medi­das y materiales: suelen ser metálicos o de plástico duro. Estos últi­mos son resistentes y económicos, por lo que son ideales para los principiantes. De todas formas, no suelen durar mucho ya que pue­den rajarse con el calor. Los moldes metálicos son los más resistentes y su interior es muy liso, lo que hace que las velas con ellos fabrica­das tengan una perfecta terminación.
Recomendamos el uso de este tipo de moldes ya que tienen una duración infinita: se pueden usar una y otra vez sin que se dañen. También tienen la ventaja de que al ser el metal un buen conductor del calor, la mezcla de cera se enfría en ellos rápidamente, por lo que es menos probable que se produzcan burbujas de aire.
Otro tipo de molde, es aquel que se improvisa con artículos case­ros, como vasos, botellas, potes de yogur y todo tipo de envases plás­ticos. De hecho, cualquier objeto que no tenga ninguna filtración, y que no se queme o distorsione con el calor, puede ser utilizado.
En último término, mencionaremos los moldes hechos en casa. És­tos se realizan en caucho frío de silicona, moldeado alrededor de un objeto (de forma tal que quede una copia flexible, en caucho, de la pieza elegida). Éste método consiste en mezclar la silicona y su cata­lizador, según las instrucciones del fabricante. Conviene primero cu­brir el objeto con cera para muebles, para que el molde pueda des­pegarse fácilmente y luego, hacer una base en arcilla o pastelina. Sobre la misma, dé una pincelada fina de la mezcla de silicona. Al cabo de unos 5 minutos, aparecerán burbujas de aire en la superficie. Só­plelas para reventarlas o pínchelas con una aguja. Una vez desapare­cidas las burbujas, aplique el resto de la mezcla de silicona y catali­zador con una cuchara. Deje que fragüe durante uno o dos días. Lu­brique el molde con jabón líquido y dele la vuelta sobre sí mismo, para extraerlo.
Así habrá obtenido un molde de silicona flexible, que podrá utili­zar exactamente en la misma forma que cualquier otro molde flexi­ble comercial.

Desmolde

Para poder extraer la vela fácilmente del molde, éste habrá sido pre­viamente engrasado con aceite vegetal o con líquido desmoldante.
La textura de la vela depende del tiempo de enfriamiento. Una vela que se enfría rápidamente, tendrá la superficie \isa y brillante. Una vela que se enfría muy despacio, la tendrá rugosa. Si el proceso es lento, pue­de acelerarse el enfriamiento sumergiendo a! molde en un cubo de agua fría.
Cuando la vela se haya enfriado y endurecido por completo, sáquela del molde, bien deslizándola, sí se trata de un molde rígido, dándolo vuelta y golpeando el fondo del envase hasta que la vela salga, o bien cortándolo o rompiéndolo si es un molde de corto plazo (envases de yo­gur, botellas de plástico, etc.). Los moldes flexibles, de caucho de silico-na, se quitan dándoles la vuelta sobre sí mismos. Para que esto sea más fácil, humedezca la parte exterior del molde con agua jabonosa, para hacerla más resbaladiza.

25/10/09

VELAS DE MOLDE

Recuerde que para confeccionar cualquier tipo de vela, debe utilizar baño María para fundir la cera. Nunca derrita la misma a fuego directo, ya que es sumamente inflamable. No olvide mantener siempre la misma temperatura de la cera. Si la misma está demasiado fría, se pueden for­mar escamas sobre la superficie de la vela. Es conveniente perder tiem­po calentando la cera, que descartando la vela por imperfecciones.

24/10/09

Cómo confeccionar una mecha

El primer paso es derretir parafina en una cacerolita o lata a baño María. Luego, cuando la cera esté líquida, retirar la olla del fuego y meter dentro de ella un pedazo de hilo de algodón.
Éste debe estar sumergido en la parafina aproximadamente 203 minutos. Pasado este lapso retirar el cordón de la cera y alisar con la punta de los dedos para que quede lo más derecho posible.
Cuando se mida el largo del cordón que se utilizará para la vela, se debe tener en cuenta que la longitud de éste debe ser 2 cm. más lar­go que el tamaño de (a vela.
Guía metálica para perforar las velas (varilla de metal o bronce y soporte para varillas)
Este es un elemento muy económico^ fácil de conseguir, y se podría decir también que es fundamental para fabricar velas artesanales.
Se trata de una varilla de metal que sirve para marcar la cera, mien­tras ésta está derretida, y que se deja hasta que la cera se solidifique, en el lugar donde se quiere ponár el pabilo.
Conviene untar la varilla con un poco de líquido desmoldante o aceite, para no tener problemas a la hora de retirarla. Una vez Aira­da la varilla de la vela totalmente seca se inserta el pabilo o mecha, en el orificio formado.
Debe colocar un soporte de metal en el extremo de la mecha, pa­sar la misma por el orificio de la vela hasta que el soporte haga tope en la base de la vela. Si no cuenta con el soporte, puede calentar un cuchillo y apoyarlo sobre el pabilo para sellarlo.
En caso de haber confeccionado una vela sin haber previsto el es­pacio para la mecha, puede introducir una aguja caliente o destorni­llador muy fino realizando una perforación. Para pasar el pabilo a través del hueco, conviene pasarlo por cera para endirecerlo.

LÁMINAS DE CERA

Se utilizan para preparar velas de panal. Poseen un agradable aroma y vienen en una amplia variedad de colores. Son muy usadas por princi­piantes, pues no necesitan fuente de calor y son fáciles de moldear.
Las velas de panal deben realizarse en un ambiente cálido, ya que las láminas de cera deben estar blandas y arrollarse sin dificultad. Si el am­biente es fresco, las planchas pueden calentarse un poco con un secador de cabello. Para cortar las tiras que se necesiten, pueden emplearse cu­chillos, cortantes o tijeras (incluso la de picos u otras similares).

23/10/09

Coloración

Existen colorantes especiales para velas, en forma de concentrado líquido. Hay que preguntar por su modo de empleo ya que algunos deben mezclarse con la estearina y otros con la cera completa.
Los colorantes en polvo, llamados anilinas a la cera, son los más utilizados y se consiguen en cualquier comercio dedicado a la fabri­cación de velas.
Esta anilina se aplica de una manera muy sencilla. Simplemente se agrega en el baño María donde derretimos la cera. Basta con echar una pizca para colorear toda una lata de cera.
Si queremos lograr un color muy intenso, debemos ser más gene­rosos a la hora de aplicar la anilina y, por el contrario, si deseamos que la cera quede traslúcida, aplicaremos muy poca cantidad.
De todas formas, no se debe nunca sobrepasar las cantidades re­comendadas, pues una vela con exceso de tinte no encendería o dis­minuiría la capacidad luminosa de la llama. Conviene siempre co­menzar con poca cantidad de anilina e ir añadiendo hasta que alcan­ce la intensidad deseada.
Una vez incorporado el polvo a la cera, se debe revolver muy bien con un palito de madera o metal, para que el color quede homogé­neo. De esta forma, evitará que queden manchas con exceso de pig­mento. Otra manera sencilla y económica de colorear las velas, es utilizando lápices de cera o crayones. Un pequeño trozo basta para colorear la parafina. Como en el caso anterior, recuerde que debe re- £ volver bien la cera, con un palito de madera o de metal.

Ondas y curvas

Cortando planchas de cera y enrollándolas, se puede conseguir un amplio abanico de formas diversas.

Materiales:
Láminas de cera blanca, azul y violeta - Pabilo - Regla - Papel Fibra - Cortante

Elaboración:
En primer lugar, cortar 1/4 de lámina de cera violeta, ubicar el pabilo arriba (deben quedar aproximadamente 2 cm. de hilo hacia fuera) y co­menzar a enrollarlo.
Cortar a lo largo, la lámina blanca por la mitad. Tomar una de las por­ciones cortadas y arrollarla a continuación de la tira violeta. Mantener la presión para que los extremos queden bien rectos.
Dibujar algunas ondas con fibra sobre el papel, y apoyar encima la otra mitad de la lámina blanca (para calcar el dibujo).
Recortar las ondas con el cortante. Recortar las mismas ondas en la lá­mina azul. Unir las dos tiras haciendo coincidir las ondas.
Enrollar la tira formada con las ondas blancas y azules, sobre la vela de la lámina violeta, apoyando los dedos sobre las uniones para que las lá­minas se adhieran.
Por último, presionar suavemente sobre las terminaciones de la vela.
Sellar el pabilo en la base de la vela.

22/10/09

Colores de bambú

Materiales:
Cera de parafina - Pabilos - Cañas de bambú - Cuchillo - Gasas Tintura de color rojo, azul y amarillo - Esencia de citronela

Elaboración:
Retirar todas las hojas de las cañas de bambú con un cuchillo.
Fundir la cera, retirar del baño María y perfumarla con la esencia de citronela. Introducir una parte de una caña en la preparación anterior. Dejatsolidificar. Repetir el procedimiento 2 veces. Antes de que la cera se énaurezca, apoyar el pabilo en la caña y envolver los dos elementos juntos con una gasa (cubrjr sólo la zona bañada). Presionar un poco para que el material se adhiera bien. Bañar la gasa con parafina fundida. Modelar la antorcha con los dedos. Trabajar cuando la cera está aún blanda. Antes de que la cera se enfríe, poner otra capa de gasa y ajustar­ía bien. Bañar dos veces más con parafina. Dejar solidificar un poco entre un baño y el otro.
Colorear la cera con tintura roja, dar un último baño y dejar enfriar.
Preparar el resto de las antorchas con el mismo procedimiento y para­fina teñida de diferentes colores.

La influencia de los colores

El color que elijamos para colorear las velas, es muy importante, ya que ellas armonizarán ambientes y serán, de alguna manera, las en­cargadas de acompañar los momentos de quien las encienda.
Si usted va a ofrecer distintas velas de variados colores, será con- ¡I veniente que pueda ofrecer también sus significados. £
Cada color influirá de manera diferente, en cada momento o etapa que esté viviendo quien disfrute de las velas.
Azul: El azul representa la tranquilidad del agua, el canto de las olas, la calma de un mar con mareas bajas y plácidas. Es por esto que se cree que las velas de color azul, son ideales para cuando uno se encuentra angustiado o deprimido. Representa la conciencia celes­tial y la armonía. Los tonos más claros pueden calmar los nervios.
También llama a la inspiración de los grandes artistas.
Rojo: El color rojo es el color del planeta Marte y representa el ca­lor, la salud, la victoria y el amor.
Las velas de color rojo son famosas por su capacidad de atraer a la persona que se ama, o para encender la pasión dormida. Despierta los sentidos y las pasiones; la escarlata puede estimular los deseos sexuales, la del color carmín de la sangre representa el sufrimiento.
Las velas rojas son las más perturbadoras, no deben encenderse cerca de personas con trastornos mentales. Además afectan las emo­ciones antes que cualquier otra tonalidad.
Naranja Las velas de este color suelen estimular la creatividad y la ambición. Ayuda a atraer a la gente deseada. Se suelen encender du­rante las meditaciones, para estimular la consecución espiritual.
Amarillo: El color amarillo simboliza la gloria, el sol, el poder, la fuerza, la luz, la alegría, la esperanza. Estas velas permiten que aflore la sabiduría, la comprensión y la intuición.
Violeta: El color violeta representa la calma, la piedad, la perseve­rancia y el sacrificio. Las velas de este color son usadas para traer se­rení dad y calma.
Dorado: Este color representa riqueza, abundancia y poder. Las velas de color dorado, sirven para aquellas personas que quie­ren obtener prósperos resultados en los negocios y empresas.
Blanco: Las velas de color blanco son las más usadas para rezar, ya que representan la pureza, la protección, la paz, la calma, la modes­tia. Representa la armonía ya que mezcla todos los colores del arco iris. También evocan a la limpieza de todas las cosas negativas.
Rosa: El color rosa es el color que representa a Venus. Las velas de color rosa representan la belleza, la confianza, la ingenuidad, el amor y la ternura.
Morado: Este color representa al planeta Júpiter, que rige las reli­giones, la filosofía y la psicología.
Las velas de color morado, en un ambiente de la casa, convocan a la energía de la elevación social y del prestigio.
Verde: Las velas de color verde significan, en la casa, una evoca­ción a la naturaleza, la prosperidad, la juventud, el crecimiento y el equilibrio. Equilibra las energías del cuerpo y la mente. Puede esti­mular la juventud, la abundancia y la fertilidad.
Negro: Suele creerse que las velas de color negro están hechas pa­ra hacer "cosas oscuras" hacia otras personas.
Sin embargo, esto no es acertado, ya que las velas de color negro son muy poderosas y unas de las más protectoras.
Se las emplea en diversos rituales y también en la meditación pa­ra encontrar la luz dentro de la oscuridad. Es estabilizadora y des­pierta una mayor responsabilidad.
Como representa la ausencia de luz, resulta mucho más eficaz cuando arde junto a una vela blanca.
Las velas de color negro deben usarse con moderación, pues pueden llevar a la depresión y la fatiga física y mental.
La vela de los 7 colores: Sus tonos son los del arco iris y correspon­den a los días de la semana. Es una vela cilindrica y alargada, que está compuesta por la unión de 7 velitas pequeñas, pegadas entre sí, con pa-rafina líquida.
Para obtener los beneficios de esta vela hay que utilizarla de la si­guiente forma: durante el domingo se mantiene encendida hasta que se consuma el color ubicado en la parte superior; el lunes se prende nuevamente, para que desaparezca el segundo tinte, y así sucesiva­mente, hasta completar la semana.
El uso de esta vela potencia los beneficios de estos 7 colores y nos ayuda a vivir en armonía.

21/10/09

Aromas cítricos

Las velas con aromas cítricos son algo más que fuentes de perfume; constituyen una buena forma de levantar el ánimo y crear climas de paz y armonía, pues no hay dudas de que el efecto del olor sobre la mente, es profundo.
Naranja: El aceite de naranja equilibra las emociones pues actúa, según se requiera, como relajante o estimulante. Infunde energía, revitali-za y ejerce una influencia cálida y alegre.
Calma los nervios y puede combatir la ansiedad y el insomnio. Dismi­nuye la depresión, el estrés y la tensión. Espanta el miedo, despierta la creatividad e inspira armonía.
Mandarina: El olor dulce y sus propiedades relajantes y calmantes, convierten a este perfume en el ideal para los niños.
Es muy utilizado para luchar contra el insomnio y apaciguar a los chi­cos sobreexcitados y llorones, pues tiene la doble ventaja de calmar y le­vantar el estado de ánimo a I mismo tiempo.
Pomelo: Las velas aromatizadas con pomelo comparten propieda­des con el resto de las que poseen esencias cítricas: levantan el estado de ánimo, combaten la depresión, el agotamiento y evitan el cansancio de origen nervioso.
Limón: Su perfume es refrescante y ligero, con el olor agrio y pene­trante característico de la fruta fresca.
Es apaciguante, refrescante y levanta el ánimo. Favorece la claridad, la concentración y la capacidad de recordar. Previene o disminuye las ex­plosiones emocionales; combate la tristeza y fortalece la toma de deci­siones.
Bergamota: El aceite de mejor calidad se obtiene mediante el expri­mido a mano. Es refrescante y edificante; actúa como estimulante y tónico para equilibrar las emociones. Mitiga el miedo, la ansiedad y la ¡ra; disminuye la depresión y la tristeza. También evoca sentimientos de fe­licidad y ayuda a recuperar la autoestima.

Los perfumes

Los perfumes especiales para aromatizar velas se venden en pequeños frasquitos. Siempre son líquidos y se utilizan sólo unas gotas, en el momento de la fundición, para lograr efectos satisfactorios. Si utiliza perfume de más, la vela desprenderá un olor demasiado penetrante para ser agradable.
Es importante utilizar sólo esencias naturales, y jamás un perfume en solución alcohólica. En este caso, se afectaría la combustión.

Sus significados:
Como en el caso del coloreado, los aromas son fundamentales a la hora de elegir una vela en lugar de otra. Los perfumes de las velas, al igual que el color, tienen un gran valor; se cree que cada aroma existente, puede tener efectos físicos y psicológicos en las personas que los perciban. Por eso, le ofrecemos el significado de los aromas para que usted pueda también ofrecerlo a quien elija sus velas.
Existen en el mercado una infinidad de fragancias a nuestro alcance, para ser utilizadas a nuestro gusto y antojo.

20/10/09

Empaque de los productos

Para lograr buenos resultados ante la vista de posibles comprado­res, no está de más decir que los productos ofrecidos tienen que con­tar con una buena y llamativa presentación. Es por eso que nos de­tendremos a hablar sobre los empaques.
Además de un lindo envoltorio, es importante preservar a las velas del polvo, de la luz y de los inquietos dedos curiosos de los compra­dores. Una buena idea es envolver las velas con film de polipropile­no, un plástico transparente que les otorga brillo, las protege y no im­pide que se puedan ver. También se puede elegir una opción más compleja: envolver las velas ten papel de seda y colocarlas en cajitas de cartón delicado (por ejemplo micro corrugado).
De esta forma, los productos tendrán mejor presentación y parece­rán un regalo más costoso. Si adquirimos práctica, pronto podremos realizar nosotros mismos las cajitas con diversos diseños.
Es interesante adjuntar una tarjeta con un breve texto que incluya recomendaciones para el uso de esa vela. Por ejemplo:
• Esta vela está hecha a mano, aromatizada con......(mencionar la
esencia utilizada y sus beneficios).
• No prenda velas cerca de una corriente de aire.
• Nunca la deje prendida en una habitación vacía y aléjela de cor­tinas y ventanas abiertas.
• Si la llama es muy larga, apagúela, recorte un poco el pabilo y en­ciéndala nuevamente.
Este texto o cualquiera que usted confeccione, puede ser escrito a mano o en computadora sobre una bonita cartulina colgada de la ve­la con hilo rústico.
Por último, es importante tener en cuenta el almanaque para ofre­cer nuestro producto. Vale la pena considerar ciertas fechas como Fin de Año, Navidad, Pascuas, Día de la Madre, Día de los Enamorados, entre otras celebraciones.
Con la llegada de estas festividades, el cliente espera encontrar un determinado tipo de velas en el mercado. Si nos adelantamos a las fechas fabricando en abundancia, sacaremos ventaja sobre los com­petidores. Tampoco deben faltar en nuestro stock velas de cumplea­ños, centros de mesa, velas para casamiento, etc.

Errores más frecuentes

Es habitual, y no desespere, que la gran mayoría de negocios fra­case en los dos primeros años. Para que a usted no le suceda, debe tener en cuenta evitar los errores más frecuentes y aprender de la ex­periencia de los otros.
Lea con atención la siguiente lista, para estar atento a lo que no de­be hacer:
1- Poner en marcha una empresa más grande de lo que usted ne­cesita. Si compra más equipos o mobiliarios de los que precisa en un principio, generará un gasto mayor de lo que pueda cubrir.
2- No tener en cuenta un plan de negocios claro con metas y pla­zos de cumplimiento. Es necesario estimar cuánto se puede llegar a ganar, de qué manera y en cuánto tiempo.
3- Asociarse con más personas de las que el negocio puede sopor­tar. En el momento de armar la empresa es fácil pensar en los socios como colaboradores, pero cada socio implica distribuir una parte de la rentabilidad, y ésta puede resultar insuficiente.
4- Elegir y desarrollar el producto basándose en e¡ gusto e intere­ses propios y no del mercado. Los gustos del emprendedor no son necesariamente los mismos que los del mercado al que se dirija.
5- Confundir ganancia con efectivo. Usted puede contar con mu­cho dinero en la cija, pero es necesario sacar la diferencia entre los ingresos y los costos para conocer realmente la ganancia.
6- Copiar un negocio sin evaluarlo. Hay que tener en cuenta que un mismo negocio puede resultar diferente en diferentes lugares y momentos, no teniendo el mismo éxito que el copiado.
7- No contar con toda la información necesaria. En muchos casos se inicia un emprendimiento sin tener conocimientos sobre el mer­cado, su funcionamiento, los clientes, competidores, etc.
8- Si usted tiene pensado tomar personal, debe contar con un sis­tema para seleccionar, capacitar y administrar el mismo. Esto le evi­tará malgastar recursos materiales y humanos.
9- No tener en cuenta el costo del capital propio. Para evaluar si conviene económicamente realizar un proyecto, antes de invertir el dinero hay que considerar qué rentabilidad se podría obtener invir-tiendo en otra cosa, ya que ese es el costo de usar el dinero propio.

Algunos secretos

Una vela terminada es generalmente suficiente. Para darle el máximo lustre, puede también pulirse con papel de lija extra suave, sin apretar demasiado, y luego con un tapón de corcho de sección plana mojado en aceite.
Sin embargo, puede añadírsele una decoración ornamental. Es el mo­mento de poner en juego la creatividad, pero no hay que olvidar ciertos consejos:
• Si la vela está coloreada, y más si tiene varios colores, no hay que po­ner demasiado en evidencia una decoración de color llamativo o con­trastado en exceso.
• No conviene poner sobre una misma vela, varios motivos de género distinto.
• Evitar las decoraciones muy grabadas que exigen huecos profundos o numerosos, si se quiere que la vela guarde su auténtica función que es la de quemar con llama neta y duradera.
Para los principales tipos de decoración, hay que tener en cuenta:
• El grabado en frío (con ayuda de un buril, un clavo, cuchillo, etc.) dará un dibujo de predominante rectilíneo. Dichos rasgos pueden enne­grecerse ya sea con pintura al óleo o con una pátina.
• Para el grabado en caliente, es suficiente calentar a la llama los mis­mos instrumentos que así realizarán unos dibujos más variados, más ac­cidentados, eventualmente algo ennegrecidos. Esto último se logra, ca­lentando los instrumentos en la llama de una vela; por el contrario, la lla­ma de gas no tiñe las puntas metálicas.
• El baño de la vela en arena (no confundirse con vela en molde de arena), le da un aspecto granulado pero impide esculpirla. Haciéndola rodar sobre agua incolora y luego espolvoreándola con polvo de bronce (llamado también "polvo de oro"), se obtendrá una siembra inegular de polvo metálico. La aplicación directa de pintura metálica en tubo, pro­duce un dorado más uniforme.
• La decoración en relieve se hace con cera de modelar. Van aplicándo­se los distintos motivos sin llegar a recubrir toda la superficie de la vela.
Incluso una simple vela blanca admite una decoración vegetal bonita y fácil de realizar, si no se planificó con antelación el agregado de las flo­res (en este caso, es otra la técnica a seguir, la cual compartiremos más adelante). Si se consiguen hojas y flores completamente secas, se pue­den colocar bien planas sobre una vela y con ayuda de un pincel recu­brirlas de una capa finísima de parafina fundida. Dejar luego rodar la ve­la, sin apoyarla demasiado.
Sí se trata de una vela de caras planas, será más estético repartir los or­namentos de forma parecida en cada una de sus caras.

19/10/09

Iceberg de cera

Materiales:
Bloque de parafina - Martillo y formón - Pabilos - Varilla de bronce Aguja de metal

Elaboración:
Partir la plancha de parafina en bloques, utilizando el martillo y el for­món. Comprobar que, por lo menos una de las caras de cada trozo, apoye bien sobre una superficie plana. Sostener cada trozo de parafína firmemente, decidir la ubicación del pabilo y perforar con la aguja de metal (para introducir la aguja en la cera, es necesario calentarle la punta). Insertar la varilla de bronce en el orificio y realizar un gancho en uno de los extremos. Sosteniendo por el extremo recto, sumergir el trozo de cera en parafina incolora caliente (82o) y retirarlo inmediatamente. Reiterar el procedimiento dos veces más, dejando enfriar entre un baño y el otro. Para finalizar, sumergir la vela en agua fría, retirar la varilla de bronce, colocar el pabilo y rematarlo en la base. Realizar el mismo pro­cedimiento con todos los trozos de parafina.

Velas bañadas o de inmersión

Se hacen introduciendo repetidamente una mecha en cera caliente, lo que va formando las diferentes capas.
Las velas de este tipo pueden realizarse en una gran variedad de largos y anchos, según el tamaño de las mechas utilizadas y el número de baños que se le den.
Para realizar una vela bañada, elija primero una mecha del tamaño correspondiente al diámetro de la vela deseada. El más conveniente es de 2,5 cm., ya que es la medida standard de la mayor parte de los candelabros.
El centro de una vela bañada se realiza, por lo general, con cera de parafina sin teñir, y las últimas capas con cera teñida (estas capas darán a la vela un acabado opaco, de color muy intenso).
En primer lugar, debe cortar la mecha del diámetro elegido, del largo igual a la altura de la vela que va a realizar, más 10 cm. Cuando posea más práctica, podrá bañar dos velas al mismo tiempo, cortando la mecha al doble de la longitud necesitada.
Luego caliente la parafina sin teñir a 82°C. Llene un recipiente con la cera caliente, y atando un extremo de la mecha con un palito, sumérjala en su interior, (para hacer dos velas a la vez, sostenga la doble longitud de mecha por la mitad, e introduzca los dos extremos al mismo tiempo dentro de la cera caliente. Puede hacerlo en un recipiente ancho o en dos estrechos). Saque la mecha de la cera, dejándola al aire medio minuto hasta que se endurezca. Repítalo hasta que la vela haya alcanzado un diámetro casi correcto.
Si la cera del recipiente comienza a enfriarse antes de haber acabado los baños (lo que se hará evidente por las burbujas que se formen en la superficie de la mezcla de cera o en la propia vela) vuelva a calentarla a 82°C, antes de seguir con el procedimiento.
Para finalizar, derrita cera de parafina y añada el tinte, removiendo hasta que se disuelva. No agregue estearina.
Remueva y caliente lentamente la mezcla, hasta alcanzar los 82°C Introduzca la vela blanca en la cera coloreada, de la misma forma que lo hizo anteriormente, hasta que ésta alcance el color deseado

18/10/09

Vela forrada en arpillera

La combinación de parafina y cera de abeja, permite lograr velas más duraderas. El agregado de láminas de cera, le da un toque de distinción.

Materiales:
Lámina de cera de color ámbar - Cera de abeja - Cera de parafina Desmoldante - Varilla de bronce - Guía para mecha - Hilo Pistola encoladora - Molde cilindrico - Arpillera - Mecha Rosas rococó secas

Elaboración:
Colocar en un recipiente cera de abejas y parafina en partes iguales. Fundir a baño María.
Aplicar desmoldante a la varilla y ponerla en el recipiente cilindrico humedecido con desmoldante. Sujetar la varilla con la guía y verter la cera derretida. Dejar enfriar y desmoldar. Colocar el pabilo y rematarlo en la base. Preparar una tira de lámina de cera, cuya medida sea igual a las 3/4 partes del alto de la vela realizada. Cortar sus bordes en forma ondulada.
Ubicar la tira preparada alrededor de la vela, dar calor con el secador de cabello y presionar con los dedos para que las superficies se unan.
Cortar un rectángulo de arpillera y pegarlo sobre la lámina de cera con la pistola encoladura. Con el hilo (preferentemente grueso y de un color que combine con los tonos de la arpillera y la vela), dar varias vueltas al­rededor de la arpillera.
Para finalizar, pegar las rositas rococó con la pistola encoladura, sobre la arpillera.

Vela rústica

Esta vela adquiere un efecto rústico, al ir volcando reiteradamente, capas de parafina a 6o o 65o. Cada capa nueva debe incorporarse cuan­do la parafina del molde comienza a solidificar, pero estando aún blanda.

17/10/09

Vela símil piedra caliza

Esta vela se logra realizando un batido en la cera. De esta forma, adquiere una apariencia similar a la piedra caliza.

Materiales:
Cera de parafina - Desmoldante - Pabilo - Varilla de bronce Molde cuadrado alto - Tinturas de color blanco, negra* y amarillo Recipientes redondos - Cuchara

Elaboración:
Fundir parafina y dividirla en cuatro porciones iguales. Colorear un cuarto con pigmento amari lio y volcar una parte en el molde (formando una capa de 2 o 3 cm de alto) humedecido con desmoldante. Dejar enfriar. Teñir la segunda porción de gris claro (tintura blanca con una pizca de negro) y la tercera de gris un poco más oscuro.
Mantener la cuarta sin colorear. Volcar una porción en cada recipiente redondo y dejarla reposar hasta que se forme un velo sobre la superfi­cie. Batir las raciones de parafina hasta que adquieran consistencia cre­mosa. Con la cuchara, colocar en el molde una capa de cera incolora batida. Poner un poco de parafina batida de color gris claro.
Batir la cera amarilla reservada en el primer paso, e incorporarla en algunos sectores del molde. Agregar la parafina gris oscura.
Pasar la cuchara por la parte superior de la vela, presionar para alisar la superficie y acomodar la cera de diferentes colores. Volcar una capa de aproximadamente 2 cm de cera amarilla (del primer paso), fundida sin batir. Colocar la varilla de bronce en el centro de la vela. Dejar enfri­ar y desmoldar. Por último, poner el pabilo y rematarlo en la base.

Vela torneada simple

Materiales:
Cera de abeja - Pabilo - Tuercas - Tijera - Desmoldante Palo de amasar - Papel manteca - Recipiente alto

Elaboración:
Denetir la cera a baño María y colocarla en un recipiente alto. Cortar un trozo largo de pabilo (para hacer dos velas a la vez) y colocarle una tuerca en cada extremo. La idea es que hagan de peso. Tomar el pabilo por la mitad y dejar las tuercas colgando. Introducirlo en la cera caliente, contar hasta 3 y retirarlo. Dejar enfriar. Repetir este procedimiento por lo menos 15 veces. Mantener la temperatura de la cera a 60o; si fuera necesario, recalentarla.
Separar las dos velas cortando el pabilo. Comenzar a trabajar con una vela antes de que se enfríe, y conservar la otra envuelta en un paño.
Rociar el palo de amasar con desmoldante. Ubicar la vela sobre papel manteca, colocar el palo encima y aplanarla primero desde el centro hacia abajo, y luego del cd$ítro hacia aniba. Mantener la punta y lasase bien cilindricas. Tomar la punta y la base de la vela con los dedos, e ir torneándola suavemente con un movimiento fluido pero lento. Mantener los giros regularmente espaciados. Tener en cuenta que si la vela no está lo suficientemente tibia, puede quebrarse. Luego, repita la operación con la vela conservada dentro del paño.

Vela torneada doble

Materiales:
Cera de abeja - Papel parafinado - Secador de cabello - Pabilo Tijera - Tuercas - Recipiente alto

Elaboración:
Preparar dos velas con cera de abeja, siguiendo el procedimiento de inmersión (técnica anterior). Retirar las tuercas que se encuentran en sus bases. Sujetar ambas velas por los extremos inferiores (sin presionar), juntarlas y comenzar a enroscarlas. En el extremo superior, finalizar el torzado, de forma tal que quede una vela con dos pabilos.
Rematar los pabilos en las bases de ambas velas.

16/10/09

Flores en maceta

Materiales:
Planchas de cera de abejas de varios tonos - Pabilos Palitos de brochette - Cortante de repostería de forma de flor Secador de cabello - Macetas pequeñas

Elaboración:
Con el cortante de repostería, cortar varias flores de distintos tonos dentro de una misma gama de colores.
Ablandar las formas con el secador de cabello, y apilar con firmeza unas sobre otras (por lo menos 4).
Antes de que solidifique por completo la cera, colocar el pabilo entre las láminas pegadas, de manera tal que queden expuestos 2 cm del mismo. Cortar un trozo del palito de brochette y ubicarlo siguiendo la lí­nea del pabilo.
Pintar una macetita y llenarla de barro. Clavar el palito con la vela, y cubrir el barro con tierra.

Vela marmolada

Materiales
Cera de parafina - Desmoldante - Varilla de bronce - Aguarrás Guía con orificios - Molde cilíndifco - Recipiente de boca angosta Pabilo - Tinturas de óleo azul, rojo, amarillo, verde de cromo y blanco

15/10/09

Velas al molde moldeadas

Se realizan generalmente, con moldes y en ocasiones, a mano. Existen tres tipos de moldes para fundir velas: los comerciales, especialmente concebidos para tal fin; los improvisados, hechos con recipientes caseros, tales como botellas, latas de conserva, etc., y los fabricados en casa. Para realizar velas moldeadas, debe verter la cera caliente (parafina pura, mezclada con estearina o cera de abeja) dentro del molde. La cera hay que verterla lentamente, con una cuchara grande o cucharón, golpeando suavemente las paredes del molde. Si la cera está demasiado caliente, puede abrir un surco alrededor de (a mecha; si está demasiado fría, pueden formarse burbujas en su interior.
En el primer caso, si se ha formado un hueco alrededor de la mecha (esto lo notará después de aproximadamente i hora, cuando la cera se enfría y contrae) puede pinchar la capa superficial de la vela para romperla, y rellenar totalmente el hueco con más mezcla de cera recalentada a 82°C.
Si, por el contrario, la cera está demasiado fría y se forman burbujas en la superficie (que, según su criterio, pueden quedar feas o muy decorativas), puede hacer que desaparezcan, dando pequeños golpes sobre el molde sacando el aire.

14/10/09

Cómo secar flores

Dentro del mundo de la decoración, las flores secas tienen un lugar privilegiado y una infinidad de usos.
Son perfectas, por ejemplo, para decorar una mesa o lucir dentro de platos de vidrio de estilo campestre.
Muchas veces, preferimos no utilizarlas ya que resultan excesivamen­te costosas.
Por eso, compartimos con usted una técnica, para que pueda secar las más hermosas y variadas flores silvestres, prescindiendo de comprarlas.
• Primero debe conseguir varias flores de su gusto. Es conveniente que cuando pongan flores a secar, aprovechen el procedimiento para obtener una cantidad suficiente, y no tengan que volver a repetir el pro­ceso de secado (no al menos por un tiempo prolongado).
• Para este proceso deben conseguir una buena cantidad de arena se­ca y formar con ésta un "piso" en algún recipiente plástico. Cuando esté listo, apoyen las flores (lo más acomodadas posible) y luego échenles el resto de la arena encima.
• A continuación, tapen el recipiente y déjenlo varios días en reserva. Si cuando lo destapan y retiran la arena que cubría las flores, notan que aún no están secas y que la arena aún se encuentra húmeda, cambien la arena y repitan la operación. Verán que las flores obtenidas son exacta­mente iguales a las que se compran en cualquier negocio.
Precauciones para compartir
Una vela sólo arde bien, con llama suave y regular, si está perfecta­mente aplomada.
Éste y otros consejos y sugerencias, pueden ser compartidos (por me­dio de una tarjeta de presentación de su producto) con quien compre sus velas artesanales.
• Cuando una vela se enciende por primera vez, es conveniente dejar­la quemar, hasta que toda la superficie alrededor de la mecha se licué. Luego, se corta la mecha dejando una pequeña porción carbonizada, lo que facilitará el próximo encendido.
• No hay que colocar jamás, una al lado de otra, dos velas de diferen­te altura. La pequeña despediría un calor que fundiría a la mayor dándo­le mala forma y acelerando de forma desigual su consumo.
• Las manchas de cera se deben rascar antes de hacerlas desaparecer, con un trapo de tela en seco. Sólo después de esta operación, puede la­varse con agua muy caliente (si se trata de objetos que soportan las velas, como ser platos, vasos, moldes...) o pulir con un tapón de corcho (pa­ra maderas poco enceradas). Sobre las alfombras queda una marca gra-sienta, que desaparecerá con los productos de limpieza corrientes.

Cubos mágicos

Esta es una vela que requiere de mucha paciencia para su elaboración, ya que está formada con pequeños cuadrados de parafina.

Materiales:
Cera de parafina - Pabilo - Desmoldante - Varilla de bronce Papel manteca - Tintura de color marrón y blanco - Asadera Molde cuadrado - Cuchillo o espátula (sin filo)

13/10/09

Problema: Grietas en la vela

Causas:
• La vela se enfrió muy rápido.
• La vela se rellenó con parafina demasiado caliente.
• La vela se enfrió en una comente de aire.
• La vela se enfrió en el freezer.


Soluciones:
• Controlar que el baño de agua esté a temperatura ambiente.
• Nunca colocar la vela en el freezer.

Problema: Marcas blancas en la superficie

Causas:
• La parafina estaba demasiado fría cuando se la vertió en el molde.

Soluciones:
• Bañar la vela con agua tibia.
• Controlar con un termómetro la temperatura de llenado del molde.

12/10/09

Problema: Hay burbujas de aire en la superficie de la vela (como pequeños agujeritos)

Causas:
• Se llenó muy rápido el molde.
• La paraf ina estaba demasiado caliente.
• El molde fue muy rápido al baño de agua.
• No se golpeó el molde después de rellenarlo.
• Se uso mucho desmoldante.
• Se uso un molde húmedo.

Soluciones:
• Verter lentamente la paraf ina en el molde.
• Usar un termómetro para controlar la temperatura.
• Esperar un minuto antes de colocar el molde en el baño de agua.
• Golpear el molde por adentro. Llenar donde hay espacios.
• Secar el molde con cuidado.

Problema: Hay parafina entre la vela y el molde

Causas:
• La vela se dejó enfriar tanto que se contrajo y se separó del molde, permitiendo que la parafina de relleno cayera entre la vela y el molde.


Soluciones:
• Raspar las marcas.

11/10/09

Colores agrietados

Materiales:
Cera de parafina - Desmoldante - Varilla de bronce - Vaso de acrilico Palito de brochette - Guía con orificios - Pabilo Tintura de color azul y verde

Elaboración:
Humedecer la varilla de bronce y el interior de un vaso de amílico, con desmoldante. Ubicar la varilla en el molde, colocar la guía con orificios e introducir algunos trozos de parafina sólida, de forma tal qué cubran la cuarta parte del vaso.
Derretir cera y volcarla en el molde, dejando bien tapados los trozos de parafina. Dejar solidificar, sé) endurecer.
Fundir un poco más de parafina y colorearla con tintura azul con una pizca de verde. Verter una parte dentro del vaso. Introducir el palito de brochette y quebrar la cera sólida, formando grietas para que se filtre el color. Dejar reposar hasta que la superficie solidifique (debe quedar blanca).
Agregar un poco más de azul y verde al resto de la parafina fundida anteriormente y volcarla en el vaso. Repetir el procedimiento del quiebre de los trozos de cera sólida.
Dejar enfriar y desmoldar. Por último, colocar el pabilo y rematarlo en la base.

POSIBLES PROBLEMAS Y SOLUCIONES EN LA CONFECCIÓN DE VELAS

Tanto seamos principiantes como expertos en la materia, todos pode­mos tener enores en la confección de velas; es parte del proceso.
A continuación, compartimos con ustedes posibles problemas y sus respectivas soluciones, para que la fabricación de velas sea una activi­dad placentera y no frustrante.
Pero...A no desanimarse!! Aunque el problema no tenga reparación, los materiales pueden reciciarse y el tiempo empleado habrá servido de aprendizaje.

10/10/09

Problema: La vela no sale de un molde flexible

Causas:
• La vela se dejó enfriar demasiado en el interior del molde.

Soluciones:
• Colocar la vela con el molde en un baño de agua caliente y luego re­tirar la vela del molde. Reciclar la vela.

Problema: La vela no sale de un molde rígido

Causas:
• La vela se rellenó más allá del nivel original y, como consecuencia, se escumó parafina entre ella y el molde.
• El enfriado fue demasiado lento y la vela no se contrajo lo suficien­te como para ser desmoldada fácilmente.
• El molde está abollado.

Soluciones:
• Agregar estearina a la parafina.
• Poner el molde con la vela en agua hirviendo, contar hasta 10 y sa­car la vela del molde. Otra alternativa es colocar la vela en la heladera durante 20 minutos.
• Guardar los moldes en lugares donde no puedan deteriorarse.

9/10/09

Empiece a promociomarse

Existe una amplia variedad de velas; entre todas ellas, debemos elegir las que más nos gusta fabricar, las que mejor nos salen o las que son de nuestra creatividad y se diferencian de la competencia. Concentrémonos en ellas para comenzar la promoción.
M uestre la obra de sus manos a sus amistades, familiares y compa­ñeros de trabajo. También puede ofrecer sus velas en las casas de de­coración o de souvenirs, como alternativa para regalar en los casa­mientos o cumpleaños de 15.
Muchos restaurantes decoran sus mesas con velas, sobre todo las de gel o las de parafina líquida, ya que los recipientes de vidrio pue­den volver a recargarse.
Otra opción son las empresas que organizan fiestas, salones, servi­cios de catering, etc.
Una ventaja en la venta de velas es que el ritmo de venta, se mantie­ne estable durante todo el año, con un pico en las fiestas de fin de año.
Una alternativa interesante para promocionar nuestras velas, es la confección de un catálogo. En él, podemos incluir variedad de for­mas, tamaños, colores y aromas. Con todas estas variables, podemos realizar un dibujo o tomar fotos que describan visualmente nuestra variedad de productos.
Con respecto a los colores, después de realizar cada nuevo color de parafina, podemos separar una porción, darle una forma simple y pegarla sobre una cartulina gruesa. Este cartón se puede utilizar co­mo muestrario de colores.
Aunque existan una infinita variedad de modelos de velas, recuer­de concentrarse sólo en algunos y dedicarse a ellos. No es conve­niente marear a los clientes potenciales.

8/10/09

Elección def rubro

Hasta aquí hemos hablado de algunas claves del éxito y algunos errores que hay que intentar evitar, para hacer de nuestro emprendi-miento un negocio positivo y rentable.
Nos detendremos ahora en otro punto muy importante para lla­mar al éxito: la elección del rubro.
En un primer paso usted debe pensar en sus puntos fuertes: ¿Qué sabe hacer? ¿Cuáles son sus cualidades y habilidades más destaca­das? Puede buscar información sobre el tema, preguntar a sus ami­gos, pensar qué le gustaría que le ofrecieran, qué negocios le pare­cen interesantes y exitosos.
En segundo lugar puede encarar un estudio de mercado. Todos los datos que busque deben apuntar a resolver qué debe hacer, cómo y si puede hacerlo. Las preguntas básicas a responder son las siguien­tes: ¿Cuántas personas pueden interesarse en su producto? ¿Cuántas de ellas están en condiciones de adquirirlo? ¿Tiene competidores? ¿Quiénes serían sus clientes? ¿Están ellos interesados en comprar su mercadería?
Inclusive se puede preparar una pequeña encuesta de lo que uno quiere saber sobre los posibles consumidores o bien organizar una reunión para recabar esta información, en la que será clave regalar un pequeño obsequio en agradecimiento a la deferencia de haberse molestado. Lo mejor: que el regalo sea un producto hecho por usted. En este caso, la clave está en estar atento a lo que dice el otro, porque su opinión es la que, en gran medida, nos va a guiar.
Otra opción es hacer pruebas piloto, antes de cualquier trámite le­gal, para evitar males mayores y reorientar el rumbo, cuando se está a tiempo. Es la mejor manera de probar el mercado y a uno mismo, empezando por la capacidad productiva.
Para finalizar con la elección del rubro, un aspecto difícil de eva­luar: las perspectivas a futuro. Hay productos que funcionan muy bien hoy, y todo indica que así será en los próximos años. Otros en cambio, tendrán éxito temporalmente. Poder establecer y evaluar estas diferencias será muy valioso, porque nos permite hacer proyec­ciones a mediano y largo plazo.

MARCO LEGAL DE LA EMPRESA:
Usted ha decidido formar y llevar adelante una empresa. Ahora bien, para iniciar una actividad económica es necesario formar un ente legal habilitado para comerciar. Aunque usted decida trabajar solo, sin socios ni empleados, debe registrarse como trabajador in­dependiente. Lo conveniente en estos casos es inscribirse en deter­minados registros o solicitar la concesión de determinados permisos para iniciar o desarrollar una actividad. En este punto, la dificultad mayor está en averiguar cuáles son los permisos que hay que obte­ner del Estado (sus ministerios u otros organismos oficiales).

Negocio en sociedad:
Si usted ha decidido trabajar en sociedad debe saber que esto ofrece tantas ventajas como desventajas. En buenos términos, las asociaciones permiten compartir gastos e inversiones y repartir las tareas, lo que es sumamente alentador para alguien que recién se inicia en los negocios. Pero también supone tolerar y hacerse cargo de los errores ajenos. Llevarse bien requiere de grandes cantidades de paciencia y buena voluntad; por eso es importante que tenga en cuenta los siguientes consejos:
1- Las buenas intenciones no alcanzan. Hay que tomarse todo el tiempo que sea necesario para saber qué queremos y con quién. A diferencia de la amistad, este tipo de relación persigue un fin mate­rial y no sólo las ganas de hacer algo juntos.
2- Las cuentas claras conservan la amistad. Es conveniente en caso de asociarse con un amigo, establecer un vínculo laboral por contra­to, ya que el mismo ayuda a evitar confusiones. Al principio convie­ne funcionar como dos personas autónomas; pero, si el microem-prendimiento se transforma en una empresa, conviene inscribirla como una sociedad.

EL COMIENZO:
Después de tener en cuenta las claves de éxito, los errores que hay que evitar, cómo elegir el rubro y el marco legal de la empresa, usted ha llegado al último paso: poner en acción toda la teoría.
Para esto debe realizar un buen plan de acción. Debe determinar la fecha de comienzo de sus actividades y planificar cada una de las acciones que va a realizar para llegar a ese momento bien prepara­do. Quizás los siguientes pasos lo ayuden a organizarse:
• Establecer fecha de inicio de actividades.
• Registrar marcas.
• Diseñar el proceso productivo.
• Adquirir las maquinarias y/o equipos necesarios.
• Adquirir las materias primas necesarias.
• Alistar oficinas, taller, depósito.
• Seleccionar y contratar personal, en caso de necesitarlo.
• Calcular y producir el stock inicial.
• Imprimir catálogos de venta, lista de precios, folletería.
• Preparar facturas y recibos.

7/10/09

Factores de éxito

Compromiso y persistencia son dos rasgos del carácter de las per­sonas. Cuando estos dos ingredientes son cultivados y puestos en práctica, dan por resultado el éxito. La falta de compromiso y la poca persistencia de superación nos enfrentan con obstáculos que son las mayores causas del fracaso.
A partir de este concepto, una idea simple puede transformarse en un buen negocio si se la lleva a cabo bien, mientras que otra idea más brillante se queda en el camino si no se tiene confianza y persisten­cia y se cometen errores en su puesta en práctica.
Todo producto o servicio tiene como objetivo responder satisfac­toriamente a una necesidad o deseo. Las personas compran lo que les brinda un buen servicio y los empresarios son los que detectan estas necesidades o deseos e inventan maneras para satisfacerlos. Los productos que usted compra habitualmente, quizás no existían hace tiempo; pero hubo alguien que estuvo atento a detectar una ne­cesidad intentando satisfacerla.
La necesidad detectada es una oportunidad. En este punto surge un negocio, cuando alguien descubre cómo satisfacer una necesidad ganando dinero.
Para que el negocio sea exitoso, además de tener compromiso y persistencia como dijimos antes, debemos identificar algunos facto­res claves favorables, para que la actividad que emprendamos gene­re ingresos: ser el único en el mercado, ser el primero en el mercado, comprar barato, poder vender más caro que el promedio, saber ha­cer algo mejor que el resto, tener una red de contactos, tener capaci­dad financiera, tener un producto innovador, tener un nombre o una reputación, poseer un amplio sistema de distribución.
Cuando el producto que usted realiza ya se encuentra en el merca­do, es importante que se esmere en la calidad del mismo o bien te­ner los precios más bajos. De esta manera podrá competir con (o existente. De alguna forma debe brindar algo más que lo haga único y lo diferencie del resto del mercado.

Claves para armar la propia empresa

Por motivos que cada uno conoce, en algún momento resolvemos hacer de nuestro pasatiempo un medio de vida. Esta decisión origi­na, a su vez, un sin fin de interrogantes que es necesario plantearse sinceramente, con el objetivo de que nuestra idea no quede varada en el camino. ¿Cuento con los recursos necesarios para hacerlo: di­nero, espacio, tiempo, salud? ¿Voy a contar con el apoyo de mi en­torno (grupo familiar, padres, amigos)?. Es necesario saber que, en un principio, todo mícroemprendimiento se desarrolla en el propio ho­gar, lo que implica invadir zonas comunes a toda la familia, incluido por ejemplo, el teléfono. También es importante predeterminar un horario, en el que uno pretenda no ser interrumpido, a fin de que la calidad de producción sea favorable.
Ahora bien, sabemos que todo mícroemprendimiento es una acti­vidad laboral rentable, realizada por una o varias personas, quienes desean ver superados sus ingresos y desarrollos personales, Pero ¿sabemos si está garantizado el éxito?, ¿cuáles son los causantes del mismo?